Durante la epidemia de 1576, el número de muertos se aceleró exponencialmente.La destrucción fue inmensa; miles de personas murieron de la enfermedad y muchas otros de hambre debido al colapso de la producción agrícola y las cadenas de suministro.
Para evitar el contagio, los autores del Códice Florentino se aislaron en el Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco, donde continuaron trabajando en su manuscrito. A pesar de su reclusión, la epidemia finalmente llegó a los artistas y el colegio fue abandonado: “No quedaba nadie, todos quedaron muertos o enfermos”. El volumen 12, que era el último, quedó incompleto y da fe de la tragedia. Sus páginas iniciales carecen de color; sus páginas finales carecen de imágenes. La enfermedad cobró la vida de muchos de los artistas, dejando la historia visual incompleta. Los espacios en blanco son una manifestación material del conocimiento por siempre perdido debido a la devastación colonial.
Imagen
- Florence, Biblioteca Medicea Laurenziana, MS Mediceo Palatino 220 (Florentine Codex), 1577, book 12, fols. 73v–74r (3:480v–481r). Courtesy of the Biblioteca Medicea Laurenziana.
Véase también
- Cook, Noble David. Born to Die: Disease and New World Conquest, 1492–1650. New Approaches to the Americas. New York: Cambridge University Press, 1998.
- Magaloni Kerpel, Diana. The Colors of the New World: Artists, Materials, and the Creation of the Florentine Codex. Los Angeles: Getty Research Institute, 2014.