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Un continente diezmado

Un continente diezmado

En la imagen a la izquierda, un dibujo de un explorador europeo del siglo XVI, se encuentra una familia Tupinambá que llora a las víctimas de una enfermedad en el sureste de Brasil. La imagen al centro, un dibujo del mismo explorador, retrata un osario en América del Norte, área que experimentó algunos de los brotes epidémicos más destructivos y menos documentados del siglo. La imagen a la derecha, de finales del siglo XVIII, muestra a una mujer indígena infectada por la viruela en el norte de Perú. En conjunto, estas tres imágenes permiten entrever las muchas epidemias que devastaron comunidades vulnerables en los siglos posteriores al encuentro europeo.

Las epidemias coloniales provocaron la mayor disminución de la población en la historia de la humanidad. Innumerables brotes, algunos a nivel local, otros de proporciones pandémicas, se extendieron por todo el continente, provocando muertes y estragos. Para 1525, el pueblo taíno y sus vecinos caribeños estaban casi extintos. Hacia 1600, tan solo en el Valle de México, la población se había desplomado de aproximadamente 15 a 30 millones antes del contacto con los europeos a un estimado de entre 1.5 y 2 millones. Mientras tanto, en otras áreas del continente, los gérmenes europeos se propagaban a través del contacto entre poblaciones indígenas, precediendo la llegada de los europeos. El Imperio inca experimentó su primer brote en la década de 1520. Para 1620, nueve de cada diez habitantes del imperio andino habían perecido. Las primeras exploraciones europeas en Florida y el río Savannah encontraron pueblos enteros abandonados debido a los recientes brotes epidémicos y la subsiguiente hambruna. Lo mismo ocurrió en los cacicazgos de Misisipi, donde sociedades populosas y bien organizadas habían sido destruidas aún antes de que los europeos se establecieran en sus tierras. Se estima que la población indígena del hemisferio occidental colapsó en casi un 90 por ciento para principios del siglo XVII.

América no fue el único continente devastado por las enfermedades provocadas por la exploración y colonización europeas. La viruela por sí sola extinguió a clanes enteros del pueblo khoisan en Sudáfrica, diezmó a los aborígenes australianos y acabó con poblaciones enteras en las islas del Pacífico.

 

Imágenes

  • Theodor de Bry. Collectiones peregrinationum in Indiam Occidentalem et Indiam Orientalem. 1590–1692. Vol. 1, pp. 269 and 69.
  • Baltasar Jaime Martínez Compañón y Bujanda. Códice Trujillo del Perú. Ca. 1785. Vol. 2, plate 197. Courtesy of the Patrimonio Nacional, Real Biblioteca II/344, estampa 197. 

Véase también

  • Cook, Noble David. Born to Die: Disease and New World Conquest, 1492–1650. New Approaches to the Americas. New York: Cambridge University Press, 1998.
  • Crosby, Alfred W. The Columbian Exchange: Biological and Cultural Consequences of 1492. Contributions in American Studies 2. Westport, CT: Greenwood, 1972.
  • Shanks, Dennis. “Pacific Island Societies Destabilised by Infectious Diseases.” Journal of Military and Veterans’ Health 24, no. 4 (2016): 71–74.
  • “Smallpox Epidemic Strikes at the Cape.” South African History Online, September 30, 2019. https://www.sahistory.org.za/dated-event/smallpox-epidemic-strikes-cape.
 

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