Estas imágenes muestran a parteras nahuas, o tlamatquiticitl, realizando diferentes tareas médicas (de arriba abajo): preparando medicamentos a base de hierbas para una madre que no está produciendo suficiente leche para amamantar, tratando a una mujer que sufre de hinchazón de senos con un ungüento herbal y ayudando a una mujer embarazada durante el parto. Estas especialistas, mujeres en exclusiva, también eran capaces de realizar procedimientos quirúrgicos y se especializaban en nutrición y herbolaria, elaborando fórmulas altamente efectivas que han resistido las pruebas del tiempo y la colonización.
Un elemento básico de sus recetas médicas era la planta cihuapatli (Montanoa tomentosa) conocida ahora como zoapatle. Su nombre en náhuatl se puede traducir como medicina para mujeres (de cihuatl, que quiere decir mujer, y pahtli, hierba medicinal). Hasta el día de hoy, las curanderas mesoamericanas utilizan un extracto de sus hojas para inducir la menstruación, el parto y, en ciertos casos, el aborto. Un análisis farmacológico ha encontrado que la planta tiene un potente oxitócico el cual estimula las contracciones uterinas. Esta es solo una de las muchas plantas mesoamericanas que han sido estudiadas por la farmacología moderna, disciplina que solo en las últimas décadas ha comenzado a reconocer el profundo potencial médico de las plantas medicinales nahuas.
Imágenes
- Florence, Biblioteca Medicea Laurenziana, MS Mediceo Palatino 220 (Florentine Codex), book 10, fol. 105v (3:107r), and book 6, fol. 130v (2:134v). Courtesy of the Biblioteca Medicea Laurenziana.
Véase también
- Ríos Castillo, Tirso, Leovigildo Quijano, and Ricardo Reyes Chilpa. “Algunas reflexiones actuales sobre la herbolaria prehispánica desde el punto de vista químico.” Revista Latinoamericana de Química 40, no. 2 (2012): 41–64.
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