Después de la masacre de Tóxcatl, los residentes de Tenochtitlán montaron una feroz resistencia durante varias semanas y recuperaron el control el 30 de junio de 1520, cuando las fuerzas hispano-tlaxcaltecas abandonaron la ciudad después de sufrir pérdidas catastróficas.
Los dibujos de estas páginas representan la huida desesperada de los invasores, comúnmente conocida como “La noche triste”. Las fuerzas invasoras habían intentado escapar silenciosamente por la noche (a izquierda, imagen superior), pero una mujer local notó que huían y alertó a los ejércitos de la ciudad (a izquierda, imagen inferior), quienes persiguieron a los invasores a pie y en el agua mientras estos intentaban escapar por los puentes que conectaban la ciudad isleña con tierra firme (a derecha, primera imagen de arriba abajo). Los invasores, atacados por todos los flancos, eventualmente llegaron a un canal angosto. El códice lee:
Como no podían pasar todos, y les daban guerra por todas partes, los indios tlaxcaltecas cayeron en la acequia, así como muchos de los españoles y las mujeres que con ellos [llevaban]. Tantos cayeron que la acequia se [llenó] y los que iban detrás pudieron [cruzar] sobre los muertos (libro 12, f. 42r. A derecha, segunda imagen de arriba abajo).
Diezmadas y heridas, las fuerzas invasoras finalmente alcanzaron tierra firme (a derecha, tercera imagen de arriba abajo), donde les esperaba un largo y peligroso viaje antes de llegar a su campamento base.
Imagen
- Florence, Biblioteca Medicea Laurenziana, MS Mediceo Palatino 220 (Florentine Codex), book 12, fols. 42v–43r (3:449v–450r). Courtesy of the Biblioteca Medicea Laurenziana.
Véase también
- Restall, Matthew. When Montezuma Met Cortés: The True Story of the Meeting That Changed History. New York: Ecco, 2018.
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